Posverdad

La relación institucional de Cruz Pérez Cuéllar y de Sergio Nevarez pasó de tensa a muy tensa en las últimas semanas.

Al menos así lo describe el equipo cercano al presidente. La razones son varias pero principalmente son los baches o al menos así lo ve la gente del día a día y no una apertura que no tapó la JMAS, el robo de una tapadera de alcantarilla o de un registro de una empresa de la CFE, Telmex o Gas Natural del Norte, sino pregúntele a Juan Carlos Loera.

Este tema no es nuevo, tiene décadas en la frontera e incluso ha sido el motivo que los alcaldes pidan  la JMAS, porque al final de cada administración los reclamos son los mismos los baches que a final se ven traducidos en números o presupuesto.

También desde años está el círculo vicioso donde al alcalde su equipo le dice que no son baches sino obras de la junta y en la JMAS le dicen al Director que no son obras de la junta sino baches por la mala calidad del pavimento.

La realidad en Juárez en materia de infraestructura es de años atras y a los juarenses no les conviene un pleito, al contrario coordinación institucional en donde se puedan definir en una mesa a quien le toca tapar el "bache"… se podrá o son sueños guajiros.

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La situación de los migrantes ha sido episódica y ahora escaló a un enfrentamiento.

Fueron venezolanos quienes chocaron con Migración, Policía Municipal y Guardia Nacional, no quisieron dejarse en un operativo en un hotel de Ciudad Juárez.

De las palabras subió a la violencia, algunos migrantes hasta lanzaron piedras de la Guardia Nacional. Las autoridades se contuvieron y no hicieron siquiera detenciones, al menos de primera instancia.

Juárez podría volverse limbo migratorio, sobre todo por la medida de Estados Unidos de dar marcha en seco a los ciudadanos venezolanos y de otros tres países que crucen ilegalmente, necesario que intervenga el gobierno de López Obrador, pues puede salirse de las manos fácilmente al Municipio y al Estado.

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Con la mayoría de los fiscales de zona sustituidos, los cambios van quedando, ya solo faltarían en fiscalías especializadas y en áreas de menor nivel.

César Jáuregui, a su llegada como fiscal general del Estado, comenzó en Juárez, pasando los penales a Seguridad Pública y nombrando a Carlos Salas en Distrito Zona Norte.

Luego fue en Chihuahua capital en la Fiscalía de Control (asuntos internos), Dirección Jurídica y más áreas en el tronco de la Fiscalía General.

Ahora viene la tercera etapa del manotazo con nuevos fiscales en Zona Occidente (Cuauhtémoc) y Sur (Parral), así como nuevos titulares en Cejum e Inteligencia.

Quedan pendientes -y si así lo decide el fiscal Jáuregui- modificaciones en las fiscalías Zona Centro (capital) y Noroeste (Nuevo Casas Grandes); así como las especializadas como Derechos Humanos, Operaciones Estratégicas, de la Mujer y contra Delitos Electorales que cerrarían la transición.

El Fiscal se ha venido armando de un equipo y espera lograr buenos resultados, también lograr un nuevo modo de operación. Ha visto mejoras en algunas de las áreas donde comenzó el reajuste.